11. ¿Puede convertirse el orgullo en una
suerte de autoestima? Quizá sólo en sus fases iniciales que legitiman tus
logros, pero has de saber que te diriges hacia el borde de un acantilado o que
te internas en un pozo sin fondo.
***
12. No existe mayor complejidad que en
la criatura humana. El cerebro es un abismo insondable y en él se ocultad los
más remotos secretos del alma. Descender al fondo de la noche, adentrarte en él
o en ella, bien puede valerte la demencia.
***
13. Todos los intentos del hombre por
eludir el dolor o la muerte resultan vanos. Al final siempre vencen ellos y el
ser humano es el gran derrotado.
***
14. Aunque no hay criatura más compleja
que el ser humano, es cierto que sus imperfecciones son innumerables.
***
15. Si no fuera porque nos ubicamos en
la mentira, no podríamos sobrevivir: la verdad, nuestra verdad, puede resultar
insoportable.
***
16. Exigió a los dioses la lucidez y,
ante su osadía, ellos le concedieron la demencia.
***
17. Aquel día observó que la gente
caminaba por las aceras de la ciudad con la nariz tapada y preguntó a un
viandante: ¿Qué le pasa a todo el mundo que camina de esta manera? Y alguien le
contestó: ¿Pero cómo? ¿Es que no hueles el hedor que se propaga por doquier? No
me había percatado de ello, dijo, quizás es que esté perdiendo el sentido del
olfato.
***
18. Siento decepcionarte, le dijo, el
Reino de los Cielos no puede instalarse en la Tierra, puesto que cielo y tierra
son conceptos divergentes.
***
19. Trae ante mí una sola palabra por
la que no tenga que arrasar la Tierra”, dijo. Y él le contestó: “amor”. De
nuevo insistió, y él le respondió: “justicia”. Mas como persistía en su empeño,
añadió: “solidaridad”. Alárgate, al menos, hasta los dedos de una mano. Y él
volvió a responder: “tolerancia”, “respeto”. Fue entonces cuando le pidió que
se retirara, pero él seguía gritando: “madre”, “amigo”, “hermano”…
***
20. La desigualdad y la ostentación
ofenden gravemente tanto a la inteligencia como al corazón de los seres
humanos, por no decir a su dignidad como tales.
José Antonio Sáez Fernández.
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