miércoles, 25 de septiembre de 2024

AURELIO MÉNDEZ LEGISLA EL MEJOR DE LOS MUNDOS POSIBLES.

 



-Anulación de las emociones y su sustitución por otras impostadas, más fácilmente manejables. 

-La muerte del amor y su redirección por una mezcolanza de atracción e instinto de satisfacción esporádica u ocasional que no obligue a nada. Hedonismo sin compromiso. Amor reducido a puro hedonismo, pues dura lo que dura y no lo que una vida. No están los tiempos para comprometerse y si hay que recurrir se recurre al mercado de rebajas, donde se vende más barato y te haces la ilusión de que se te ofrece una segunda oportunidad. Hay auténticas gangas. Saquemos a pasear a las mascotas.

-La muerte de la conciencia y su sustitución por unos valores de usar y tirar, fundamentados en la medida del hedonismo. La vida son cuatro días y no hay más Dios ni más justicia que no sea la holganza y la pitanza, las vacaciones y los viajes a Punta Cana. Vivan las fiestas y el botellón que nos hacen felices.

-Exijo mis derechos y me molesta que me recuerden mis deberes. Yo hablo de libertad: no me hablen de limitaciones. La libertad es libertad y no implica responsabilidad. Ejerzamos la libertad sin merma. Por un libre albedrío absoluto.

-Por una sociedad del bienestar, anestesiada, de cerebros medianamente satisfechos, no pensantes, no críticos, sí felices.

-Por unos estómagos agradecidos que no cuestionen ni pongan en duda la bondad del sistema y sus rectores políticos.

-Todo para un pueblo adormecido por una caja mágica de sueños de celofán, redes sociales y medios de comunicación atentos a la voz de su amo.

-Condenada la independencia de criterio, peligrosa, ajena al sistema o fuera de él. Premiemos a los individuos que hacen de soportes del sistema, los pilares fundamentales del movimiento social que lo hace posible.

-La revolución es algo trasnochado. Sofoquemos cualquier atisbo de rebelión o de violencia. Hagamos creer que el azul y rosa son los colores de moda.

-Brindemos por la estabilidad que prolongue en tres dimensiones una realidad virtual que esté a favor de nuestra descendencia. Y que se fastidien los dictadores y los autócratas, los librepensadores y los amargados. La vie est belle.


                                             José Antonio Sáez Fernández.

domingo, 15 de septiembre de 2024

MARTÍN PESTAÑA CLAVA SU DECÁLOGO EN LA PUERTA DE LA IGLESIA DE WITTENBERG.

 



1.Que la vida te muestre su rostro más amable y no tengas que ver su lado más oscuro. 2.Que tus semejantes te muestren su solidaridad y su misericordia, se compadezcan de ti y te ofrezcan su mano para levantarte del barro cuando caigas en él y no puedas valerte por ti mismo. 3.Que en tu devenir encuentres los medios necesarios para salir adelante en igualdad de condiciones con los que caminan a tu lado. 4.Que cuando te encuentres enfermo tengas una cama en donde yacer, un médico que pueda ayudarte a recuperar la salud y alguien que cuide de ti. 5.Que no se endurezca tu corazón y sepas perdonar a quienes te ignoraron o te ofendieron, aprendiendo de su conducta a ejercer el comportamiento contrario que proporciona paz, armonía y sosiego a tu alma. 6.Que puedas obtener el alimento que fortalezca tu cuerpo con tu sudor y tu esfuerzo, aunque no rechaces la invitación de quien se ofrezca a compartir su mesa. 7.Que cuando venga la noche, silbe el viento huracanado, caiga la nieve o arrecie la tormenta puedas hallar cobijo donde guarecerte de ellos. 8.Que si te decides a formar una familia, donde des cauce a tus emociones y afectos, así como alivies la soledad que aflige al género humano, puedas hacerlo con la dignidad que asiste a todos los hombres, sean de la raza que sean y practiquen el credo que practiquen; en paz, respeto y tolerancia con sus semejantes. 9.Que cuando llegue tu vejez y ya no puedas valerte por ti mismo, tengas quien se ocupe de ti y alivie tu desvalimiento; así como te tome de la mano, aporte consuelo a tus últimos momentos y cierre la cortina de tus párpados en el instante de tu tránsito. 10.Que cuando camines hacia la luz puedas sentirte agradecido con la vida y hayas dejado una gratificación para quien esparza la tierra sobre tu cuerpo inerte. Sea. 


                                 José Antonio Sáez Fernández.