miércoles, 8 de febrero de 2012

La segunda época de la revista "Batarro" (III).



El segundo número de la revista "Batarro" se corresponde con el primer cuatrimestre del año 1990. La edición se llevó a cabo en Gráficas García, de Huércal-Overa. Su portada fue del profesor de Dibujo Gabriel Mori y contaba con las secciones habituales de "Poética", en la que incluímos textos de Diego Granados: "...Y ya morir", Pura López Cortés: "Guardé mi niñez", José Luis García Martín: "Jovellanos, 3" y Antonio Jesús Soler Cano: "Puede decirse en verdad", poema del libro entonces inédito Para cruzar el laberinto. Nos sentimos especialmente satisfechos por haber publicado, creo que por primera vez, un texto del escritor asturiano José Luis García Martín, sobradamente conocido como crítico literario en la prensa nacional y una de las plumas más inflluyentes de la crítica literaria española de estos años. 
   En "Documenta" incluimos un valioso ensayo de Pedro M. Domene sobre el novelista almeriense (de Enix), exiliado en Francia, Agustín Gómez Arcos, con un profundo análisis de su novela Un pájaro quemado vivo, traducida al español y publicada por editorial Debate en 1986.

 
 En "Silva de varia lección" dimos a conocer dos textos inéditos sobre el malogrado escritor oriolano Ramón Sijé, universalmente conocido a través de la "Elegía" que Miguel Hernández escribiera a su muerte, cuando sólo contaba con 22 años de edad. Firman estos dos testimonios inéditos la que fuera su novia, Josefina Fenoll, "la panadera del pan más trabajado y fino" -como la llamara el mismo Miguel Hernández- y Jesús Poveda, su esposo, amigo personal de Sijé y Hernández, autor de Vida, pasión y muerte de un poeta: Miguel Hernández. Ambos estuvieron exiliados en México y regresaron a España para instalarse en Torrevieja (Alicante), donde yo los conocí personalmente. "Ramón Sijé. Memoria personal", así tituló su texto Josefina Fenoll, y "Amistad con Ramón Sijé", su esposo Jesús Poveda. Dos testimonios valiosísimos, único el de Josefina Fenoll, a quien Sijé dedicara su ensayo sobre el romanticismo literario en España:  La decadencia de la flauta y el reinado de los fantasmas, e inspiración de muchos de sus mejores trabajos publicados en la revista que él mismo dirigiera: "El Gallo Crisis".

   "Valle Inclán: introducción a las tienieblas y al mito" es el ensayo con que Jerónimo López Fernández inauguró los ensayos sobre el género dramático en la revista, donde, entre otras circunstancias, el profesor huercalense se refiere a los aspectos mágicos y supersticiosos de su Galicia natal, la cultura de la muerte y el inconsciente mítico-popular en su obra.
   La narradora almeriense, residente en Granada, María José Clemente Alonso, firma el relato "¡Quién hubiera tal ventura!", que enriquece las páginas de esta segunda entrega de "Batarro", la cual se cierra con la sección de "Libros", en donde Pedro M. Domene reseña lecturas de Dahiell Hammett: "Elogio del relato negro"y "Un pequeño pecado original", sobre la biografía de Jane Bowles publicada por Millicent Dillon. A ellos se une la reseña de Jerónimo López Fernández sobre El ceñidor de Venus desceñido, de Rafael Alberti.

   Un poema de José Luis García Martín publicado en el número 2 de "Batarro":

JOVELLANOS, 3

De todas las casas que he tenido
ninguna fue tan mía como ésta.
Entre sus muros hubo horas felices
sólo, sin amargor ni tedio.
¡Tantos amigos me esperaban dentro,
incansables, pacientes, complacientes!
Campechano Galdós, fulgor de Valle,
minucioso Azorín, un cascarrabias
Baroja, y aquel día
en que el azar me trajo el primer Cántico,
cristal de roca, frágil, deslumbrante,
y Salinas -la forma de querer
    es dejarme que te quiera-,
y viajes en busca de un tesoro
de la mano de Stevenson, y Shakespeare,
mares, amores, cumbres, el misterio
de una carta robada, calles
borradas por la niebla, Cernuda
desdeñoso, doliente, inolvidable...
Caleidoscopio de mi adolescencia
que no se cierra cuando a ti te cierran,
que sigue iluminando mi memoria,
dándole peso al mundo, verdad, vida,
destartalado almacén de sueños,
oh vieja biblioteca, patria mía.

   "Batarro", el leve molinillo-vilano del Almanzora, iba abriéndose al espacio infinito con paso firme y decidido; empujado por el soplo del tesón, el entusiasmo y la constancia. Y también en el amor por la literatura.

                                                        José Antonio Sáez.



3 comentarios:

  1. Muchas gracias por la generosa alusión y por reproducir mi poema dedicado a la biblioteca pública de Avilés (es uno de los míos que prefiero).

    José Luis García Martín

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    1. Siempre agradecidos de esta parte por tu generosidad y apoyo para con nuestra revista en sus inicios. Saludos.

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