miércoles, 1 de febrero de 2012

La segunda época de la revista "Batarro": Antecedentes (I).


Inicio aquí el testimonio de la segunda época de la revista "Batarro" con el ánimo de dar a conocer a los lectores interesados lo que fue aquella valiosa aventura literaria que había emprendido incialmente el escritor albojense Diego Granados Jiménez (Albox, Almería, 1915-2002), con el asesoramiento de don Martín García Ramos, catedrático de Lengua y Literatura Españolas y director del Instituto de Enseñanza Media de Albox; de la cual di cumplida cuenta, entre otras publicaciones, en mi trabajo “Batarro. Coplas de Calaínos. Revista Poética (1973-1977)”, publicado en el Boletín del Instituto de Estudios Almerienses, núm. 3, Diputación Provincial de Almería, 1983, pp. 79-89; el cual también anda colgado en la red por no sé qué manos.No deseo volver de nuevo sobre lo ya escrito, por lo que daré aquí testimonio de lo que fue aquella segunda etapa de esta publicación literaria en la que participé muy directamente, junto a otros compañeros cuyos nombres irán saliendo en el trancurso de esta entrega.

He de comenzar diciendo que en 1986 Diego Granados tenía 71 años y que sólo cinco años antes había sufrido un accidente de automóvil al que sobrevivió pero que había estado a punto de costarle la vida. Padecía secuelas de aquel accidente, aunque su vitalidad y su voluntad lo llevaban a mantener una actividad diaria prácticamente normal. Lo visitaba con frecuencia en su casa un joven licenciado en Filología Hispánica con inquietudes literarias, admirador de la empresa cultural que el escritor albojense había sido capaz de desarrollar en la década de los 70 a través del Seminario de la Cultura, el Centro de Estudios del Almanzora, la revista de poesía "Batarro" y otras publicaciones como "Opúsculos" y "Fascículos", vinculadas a las actividades culturales que otorgaron a su pueblo, en esa década del pasado siglo, un esplendor cultural hasta entonces nunca alcanzado. Entre esas actividades cabe mencionar, por su significación, el "I Congreso de Escritores Andaluces", celebrado en Albox entre los días 23 y 26 de agosto de 1976, recién iniciada la transición política a la democracia. Pues bien: era yo aquel joven licenciado que visitaba al escritor en su casa, con la siempre atenta y diligente presencia de su esposa, Remedios Pérez Pedrosa, de gratísima memoria y afectos. Insistía yo repetidamente a Diego en la necesidad de recuperar el vigor y el entusiasmo perdidos, tras aquella sorprendente labor cultural que él había capitaneado en la década anterior, y creo que él debió ceder ante mi insistencia, en parte,  por el entusiasmo que debía ver en mí en aquellos años; entusiasmo en el que seguramente vería también  reflejado el suyo en los días, para mí gloriosos, del Seminario de la Cultura.


Una vez convencido Diego, ambos fuimos a visitar a don Martín García Ramos en su cortijo o casa de campo de Arboleas. Allí estaba él, acompañado siempre por su esposa doña Catalina. Don Martín sufría una delicada enfermedad cardiovascular y entregaba sus días al cultivo de árboles frutales o al cuidado de su casa solariega, convaleciente de una operación. Le convencimos para que se uniera a nosotros, dentro de sus posiblidades de salud. Poco o nada nos costó convocar a Pedro Martínez Domene, compañero de estudios universarios en Granada y buen amigo, con idéntica vocación literaria y entusiasmo equiparable al nuestro. Andando luego el tiempo, no tardarían en unirse al grupo, desde Huércal-Overa, Jerónimo López Fernández; y desde Lorca (Murcia), aunque nacido en Albox, Pedro Felipe Sánchez Granados. El último en llegar, también desde la vecina Huércal-Overa, fue Jesús Martínez Gómez. Todos, excepto Diego, trabajábamos en la docencia de Lengua y Literatura en Enseñanza Media.

Un grupo literario necesitaba una revista y a ser posible una colección literaria. Ya en 1986 hicimos un primer intento para iniciar esta nueva aventura y sacamos a la luz "Coplas de Calaínos", subtítulo que había llevado "Batarro" en su primera época. Aquella entrega solitaria estuvo animada y coordinada por Diego Granados y por mí, aunque también participó en ella, aportando ideas y algo más, Pedro Martínez Domene. Las colaboraciones de aquél número responden a la concepción de Diego de que actuase como vínculo de unión entre la primera época y la segunda, la cual deseábamos iniciar con tan escasos recursos económicos. Así, se dispuso que las colaboraciones fuesen firmadas por significados nombres representativos de la poesía andaluza de aquel momento, que de alguna manera hubiesen estado vinculados a la anterior etapa de la revista. Aparecieron los textos a manera "De poética andaluza", precedidos por una cita de El Collar de la paloma, de Ibn Hazám de Córdoba, traducido por Emilio García Gómez:

                                              Yo soy una tierra dura y pedregosa,
                                              reacia e insumisa a toda vegetación;
                                              pero si algunas plantas afincan sus raíces,
                                              no han de cuidarse de que abunden las lluvias de primavera.

                                                              (Capítulo VI).




Apareció esta entrega como si se tratara del número 9 de aquel primer "Batarro" y fue impreso en Grafikás Ediciones de Almería. Las colaboraciones iban suscritas por Antonio Enrique (Granada), Carmen Bermúdez Melero (Jaén), de quien era también la portada de aquel solitario número; Alfonso Canales (Málaga), Manuel Chacón (Córdoba), José Lupiáñez (Cádiz), Andrés Mirón (Sevilla), Carlos Muñiz Romero (Huelva) y José Antonio Sáez (Almería). Se dieron cita allí versos de un poeta andaluz por cada una de las provincias de la Comunidad Autónoma. En aquella ocasión, Diego sacrificó sus legítimas aspiraciones, de forma discreta, para dar cabida a mis textos.


Indice del número:

- De poética andaluza: "El Collar de la Paloma" (Cap. VI), p. 1
- Carmen Bermúdez Melero: (Del libro Poemas de la gran ciudad), pp. 3-4.
- Alfonso Canales: "El espejo", pp. 5-6.
- Manuel Chacón: "El paisaje de una chica de quince años", pp. 7-8.
- Antonio Enrique: "Un rayo atraviesa la tormenta", pp. 9-10.
- José Lupiáñez: "Cuerpo", "Ofrenda" y "Galantea", pp. 11-12.
- Andrés Mirón: "Estando el poeta recordando a unas gaviotas, vino en decir estos versos sobre el mar de otoño", pp. 13-14.
- Carlos Muñiz Romero: "Syn afanei logo",  pp. 15-16.
- José Antonio Sáez: "Visión onírica", "Rosa de arena", "Las raíces" y "Resignación", pp. 17-18.
- Notas (citas extraídas del trabajo publicado por mí en el núm. 3 del BIEA), pp. 19-20.
- Revistas recibidas, pp. 21-24.


                                                                                  José Antonio Sáez.




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