domingo, 5 de junio de 2016

TRATADO DEL ALMA.






El alma se lava con lágrimas y se forja en sus aliados naturales, los cuales la purifican de las limitaciones, las torpezas y miserias que la humana condición lleva consigo para hacerla entender lo que está vedado al torpe entendimiento o al sentido común, que no deja de ser el más común de los sentidos. Al igual que las sábanas se secan al sol y al aire, las almas se hacen transparentes a la luz del día o en la oscuridad de la noche, tras haberse ejercitado mucho en la superación del dolor y de las lágrimas. Ellos pudieran inducirte, torpemente asumidos, a la anulación y a la negación del ser; pero si logras sublimarlos imponiendo tu voluntad y tu disponibilidad, alcanzarás un estadio superior de conocimiento en que verás y entenderás lo que está reservado a unos pocos. A la redención de uno mismo, que significa el gozo interior y la lucidez, no se llega sino por el camino del sacrifico, la abnegación y la renuncia. Que tu alma sea como la blanca sábana que se transparenta y se seca al sol, movida por el viento. Sé audaz, sé osado y adéntrate en el camino de la reflexión y del conocimiento. En él hallarás respuestas, y no sólo preguntas.


                                                                                           José Antonio Sáez Fernández.

2 comentarios:

  1. Sabia reflexión, Maestro. Gracias siempre por tus acertadas palabras. Un abrazo.

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    1. Gracias a ti, amigo,, que con tanta generosidad aprecias estas cosas que escribo. Un abrazo.

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