viernes, 24 de mayo de 2013

VERSOS DE UNCIÓN.










EL UNGIDO.



Soy el ungido: miradme como miran
los rayos del sol la placidez de las aguas.
Pisaba yo estas piedras y lanzabais
al aire pétalos perfumados de flores en el iris,
alfombrando a mi paso el lugar que surqué.
Extiendo mis manos sobre los vientres
fecundos de las doncellas y rozo los cabellos
ondulantes de las muchachas desnudas,
para que no marchite el tiempo la sagrada
beldad que las asiste como a náyades.
Soy el que no deja huella, el que se transfigura
ante vosotros revestido de su misericordia
y os provoca el asombro; si no, un temblor intenso.
Trazo signos indescifrables en el aire
y os preguntáis qué hago, a quién imploro,
qué oscura razón nubla mi mente o la ofusca:
el enajenado, el loco, el que subyuga y pasa.
Me veis danzar, girando como el trompo,
hasta caer rendido al suelo que recibe
mi cuerpo malparado y heredáis mis gestos,
como los bienaventurados heredarán la tierra.

José Antonio  Sáez.





1 comentario:

  1. Leo poca poesía contemporánea.
    pero sin duda tú estás entre los mejores.
    Para mí el mejor.
    Y ésto es serio,no lisonja.
    Amigo...

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